como piezas desconcertadas
nos tomamos de las puntas
para conectar perfectamente
la abertura que falta.
somos el rompe-cabezas más armado
y desparramado del piso...

Que ya no podíamos llegar con los ojos a los costados.
Las formas de pegarse con el giro de los cuerpos que duermen y no eligen balancear el peso hacia la deformación que no se mueve.
-Despertar uno encima del otro- con la respiración interfoliada. Alcanzar la inhalación hasta lo intencional, como si fueran el otro adentro de uno y ese tram-polín. 
entonces, habrá que corresponder a otra órbita con alguna combinación final?

que me voy obstruida 
en hilos de barriletes
para alcanzar la circulación 
colateral de los domingos
-y despojarme-
como emblema del movimiento...

después de leer Perlongher...

...siente

el cuerpo que no dice
debe decir cosas chiquitas
y muertas,
-como minuciosas-
con miedo a dejar todo
del lado que no es.
el cuerpo que no dice
no expone,
debe sentir cosas
con forma de otras.

otras cosas siente
el cuerpo que no...

no puedo decir dónde me duele
porque hay un derrame justo en tu boca
como si me hubieras hecho 
el intramuscular que no veo,
cuando hacen el vacío
de un punto referencia,
que no dice adónde
-no llega con las manos-
que me duelen cosas
en esos bordes 
que me faltan...

Hay una curva que mantiene el vértigo, 
estoy en trance hacia lo que va a decirse,
estoy por la mitad 
y un poquito hacia adelante.

Todavía quiere decir que falta algo, 
todavía también quiere decir: 
-hasta cuando soy un saltito en medio de la calle-

una en la pared

en la pared

solo yo con mi cuerpo.

en la cama

igual que en la pared.

en el suelo

igual que en la cama

y la pared.

sin embargo cuando prendo la luz

no hay nada que corte con el reflejo. 

ella sabia que si cruzaba las piernas (otra vez)

ni el polvo, ni las tizas de colores 

iban a dejarse sucumbir por el cruce de los planetas.