jueves, 28 de febrero de 2013


tendría que hundir
y arrancar la t como letra
para que del otro lado
salte la del te odio
-la -te –de- la no la-
pero nunca el punto
pasa más allá
de lo que promete el teclado.
es cambiar un zumbido
e imaginar que te sacudo
que te estampo
todos los pijamas con dibujitos
que no ves,
que nunca ves.


martes, 26 de febrero de 2013


en el desconcierto de los zócalos y los azulejos camino por el suelo creyendo estar en la pared, y es ahí la necesidad que tiene el vértigo para conmigo: -hacerme paralela al techo-

Que me voy obstruida en hilos de barriletes para alcanzar la circulación colateral de los domingos
y despojarme como emblema del movimiento…


La animación
de un cuerpo invertido,
el plástico mixto
de la transformación
intercalada.
Soy
el desorden modificado
del esparcimiento
de un aburrido.

domingo, 24 de febrero de 2013


Se había roto por el elástico inactivo, después le saqué la puntilla.
Las cosas con florcita tienen la siniestra ingenuidad de lo interior.
No hay bombachas gastadas ni el ala de la siempre libre adherida porque
nadie pone el dedo en tu sangre, cuando en la cama, pasamos a ser parte de la pérdida.


La sensación
de traspasar
como si nada
tendría cuerpo,
como si yo seria parte
de lo que perdiste.

Vos también
sabes hacer
que las cosas
sean una marca
en tu escritorio.

Pedir
es separar
lo que no registra.

sábado, 23 de febrero de 2013


Vienen otros cuerpos a taparme la sangre y me enciman me acuestan, me dividen  imaginariamente  como si fuera un coagulo disuelto. Estoy tan de sangre que nadie podrá unirme con ningún leucocito.  
Esta noche voy a interrumpir en círculos por el piso sin mancharte la pared. En la pared solo quedará la imperfección de tu mano después de mi cuerpo, después de tus manos sobre mi cuerpo, después de tus manos sin sangre sobre mi cuerpo con sangre, después, un cuerpo sin sangre con tus manos de mi sangre.

porque en la cama
no hay sábanas que cubran
-el apartamiento- 
de una hundida en el colchón.